Como educadora especialmente, veo a diario las peleas entre estudiantes adolescentes dentro y fuera de los colegios y escuelas y lo que más me llama la atención y me preocupa es la violencia de las mismas, particularmente entre mujeres. Charlando con mis alumnos descubrí que el mayor conflicto es a causa del sexo opuesto:"porque lo mira a mi novio", "porque le manda mensajes por el face" o "porque me quitó a mi novio". El problema más grave que veo en esto es que las personas y las relaciones se tornaron posesiones, como si fueran objetos de propiedad privada.
Otro fenómeno que nos escandaliza a nosotros los adultos es que no tan sólo pelean como si estuvieran en un ring, sino que, además, filman la hazaña y la suben a you tube. Ya no importa quién puede mirar el video, me refiero a padres y parientes, parece que eso no los aflige ni los afecta, lo que sí importa es el minuto de fama, aunque se trate de una imagen grotesca de la condición de mujer. ¿Tan bajo hemos caído como sociedad que no nos importa denigrarnos con tal de ser reconocidos?¿ tanto ha influenciado la televisión con programas donde el mayor atractivo es la violencia física o la verbal?¿Podemos hacer algo los padres y educadores ante semejante flagelo?
Creo que si nos surge una respuesta pesimista o negativa es porque los adultos estamos peor que los adolescentes. Sostengo que los que tenemos que cambiar somos nosotros generando nuevos espacios de diálogo amoroso con hijos y/o alumnos a fin de mostrarles otras alternativas de ser reconocidos que por la mera violencia. Actuemos con inteligencia emocional para mostrarles a ellos que hay otro camino más fructífero y válido; practiquemos la empatía para poder entenderlos desde ese otro lugar; trabajemos su autoestima para que se sientan valiosos aún cuando los demás no los tengan en cuenta. Y por último, unámonos en criterios para así poder acortar la brecha generacional que cada vez se nos hace más distante.
Prof. Nora Guerrero
Coordinadora de Esuela para Padres Tucumán
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