miércoles, 14 de marzo de 2012

CÓMO HACER QUE NUESTROS HIJOS NOS ESCUCHEN


Es frecuente escuchar esta queja de los padres, especialmente de padres con hijos adolescentes: mi hijo/a no me escucha. Creo que debemos aclarar conceptos a fin de dilucidar esta problemática y encontrar soluciones a la misma.
No es lo mismo oir que escuchar.
Oir es una acción involuntaria, lo hace cualquiera que no es sordo, tiene que ver con el sentido del oído, con una propiedad física u orgánica, en cambio escuchar, prestar atención a lo que se oye, es una acción voluntaria y tiene que ver con una actitud interna de apertura.

Si alguien nos habla y lo escuchamos atentamente, no solamente escucharemos sus palabras sino también prestaremos atención al tono de su voz, sus emociones, su postura corporal y, sobre todo, a lo no dicho verbalmente. No resulta fácil, pero es posible y la gratificación será establecer relaciones más sanas con los demás.

Cuando como padres nos planteamos el interrogante de por qué mi hijo no me escucha, generalmente nos parece que nosotros sí los escuchamos. Ahora revisemos cómo es nuestra escucha. Cuando mi hijo me cuenta algo ¿lo escucho hasta el final o en menos de la mitad de la conversación ya sé qué contestarle?¿ Atiendo realmente a SU demanda o me preocupo más porque él atienda a la mía?¿ Me pongo en su lugar para poder comprenderlo y darle una respuesta o le respondo desde mi lugar?

Todo esto nos llevará a analizar el por qué de los problemas comunicacionales con nuestros hijos y a tratar de revertir esta situación en pos de lograr una mejor relación,  ya que sin una comunicación verdadera, profunda, que involucre esencialmente los sentimientos, esto se transforma en una misión imposible.

Algunos tips para escucharlos mejor :

  • Cuando le hable a su hijo busque temas que a él le pueda interesar.
  • Establezca contacto visual así él sienta que es escuchado.
  • No dé por sentado las respuestas que su hijo le dará ante determinadas circunstancias, si su hijo siempre responde igual será porque ud. siempre le dice lo mismo de la misma manera.
  • Cree un ambiente de diálogo apagando el televisor a la hora de las comidas.
  • Demuestre interés por los problemas que le plantee su hijo aunque le parezcan nimios.
  • Incluya en los diálogos la expresión genuina de sentimientos con estas dos simples pero efectivas palabras: te amo.
  • Y por último recuerde que, a veces, lo único que necesita su hijo es que lo escuchen sin opinar, en amoroso y respetuoso silencio.


Prof. Nora Guerrero

1 comentario:

Magdalena Palencia dijo...

Excelente articulo.
Escuchar requiere atención, interés y repeto,conceptos básicos para la relación padre-hijo desde el comienzo.

http://magdalenaspalencia.blogspot.com