martes, 28 de febrero de 2012

Comienzan las clases



Pasaron las tan ansiadas vacaciones y otra vez estamos frente a las tareas cotidianas que implica la escuela de nuestros hijos. Quizás nosotros ni hayamos tenido vacaciones pero debemos recordar que siempre cuesta reiniciar las actividades. Por lo tanto, les  tengamos paciencia ya que a ellos les sucede igual. Es un nuevo comienzo y probablemente tengamos que recordarles sus obligaciones como si fuera el primer día y recordarles conceptos que parecen olvidados.

Es también una hermosa ocasión para hablar con ellos sobre sus responsabilidades; a mis alumnos e hijos les hablo de cumplir con su “trabajo intelectual” ya que estudiar implica un esfuerzo hecho a voluntad y tiene como recompensa la adquisición de conocimientos.

Quizás el problema más grave que tiene la sociedad actual es que el conocimiento como valor se está perdiendo y en su lugar aflora todo lo superficial como estudiar para “aprobar las materias” o para “zafar en un examen”. Y lo peor de todo es que a muchos padres tampoco les importa que sus hijos aprendan sino que aprueben.

Los otros días leí un artículo que hablaba sobre las causas principales de la pobreza: la ignorancia y la falta de un buen uso de la tecnología. Eduquemos entonces a nuestros hijos para que se alejen de la pobreza. Transmitámosle el valor  de la lectura como fuente del saber y del placer estético.

Y ya que nuestros hijos tienen la posibilidad de acceder a la tecnología como Internet, enseñémosles a usarla con inteligencia, como biblioteca y profesor-tutor. Así dejarán de perder horas frente a la misma en juegos y chat improductivos.

Y recuerden que se enseña con el ejemplo y con la palabra.


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