domingo, 22 de enero de 2012

¿POR QUÉ ME CUESTA PONER LÍMITES?


 Esta reflexión es a título muy personal ya que una de las dificultades más grandes que tuve es poner los límites a mis hijos, corrijo, podía ponérselos pero lo que me costaba era poder sostenerlos.Durante mucho tiempo me dediqué a trabajar con esta imposibilidad mía de diferentes maneras: en terapia, con libros de autoayuda, con charlas compartidas entre madres amigas, en fin, con todo lo que  venía a mi encuentro como respuesta ante este angustioso cuestionamiento. Así descubrí (no hace mucho) que mi dificultad provenía de no saber ponerme mis límites. Pensaba: cuando alguien hace una cerca alrededor de su casa está poniéndole límites a su territorio, si yo trato de poner una cerca a la casa de al lado estoy invadiendo propiedad, derecho y obligación ajena. Por lo tanto debo aprender, primero, a ponerme mis propios límites.
Creencias obtenidas desde la infancia creo que fueron las que me marcaron esta imposibilidad ya que mi madre solía decir: "una madre siempre da todo a sus hijos sin medida". Darme cuenta de que mi principal conflicto era conmigo misma me llevó a trabajar desde un ángulo distinto. Yo también tengo un límite como todo ser humano, más allá de la creencia materna de incondicionalidad, y si no sabía sostener un límite era porque les ponía límites a su territorio, cercaba su casa, no la mía y de esa manera ellos podían saltar fácilmente la cerca y seguir desorientados sin haber aprendido a establecer ellos mismos sus propios límites.
Y así, transgresoramente, saltaban cercas ajenas con sus consecuencias dolorosas. Lo que no aprenden en la propia casa, enseñado desde el amor y el cuidado, dificilmente lo adquieran afuera. Me di cuenta que mi aprendizaje era crucial para la formación de mis hijos.
Ahora pongo "llave" a mi puerta, y cuando quieren entrar deben pedir permiso, anunciarse y aceptar unas veces el sí y otras el no. Aprendí a enseñar con el ejemplo.

Otra reflexión sobre este tema: http://www.escuelapadrestuc.blogspot.com/2012/01/es-necesario-poner-limites-los-hijos.html

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