Cuando se piensa en alcanzar el éxito como lo
consiguen los famosos, generalmente lo que se quiere es obtener el resultado
sin tener que pasar por varias frustraciones previas.
Por eso es común
escuchar decir “qué suerte que tiene”,
sin vislumbrar todo el esfuerzo, la tenacidad y la superación de adversidades
que anteceden al éxito.
Pero, la ilusión de lograr la inmediatez del éxito se
debe principalmente a toda esa ficción creada desde los medios y avalada desde
la ignorancia, sobre todo de los jóvenes.
Podemos cambiar esta forma de pensar de nuestros hijos
si establecemos con ellos un diálogo frecuente haciéndoles notar que todo lo
bueno que obtienen es resultado de algo, la llamada ley de causa-efecto. Si les
preguntamos qué tal fue la evaluación de matemáticas, por ejemplo, y nos dicen “bien
porque era fácil”, repreguntar a modo de reflexión ¿era fácil o habías
estudiado?.
Además, con estas preguntas retóricas estaremos
fortaleciendo su autoestima ya que se dará cuenta que no fue producto del azar
sino de un esfuerzo propio.
Algunos ingredientes para obtener el éxito, entre otros, son:
- Disciplina
- Tenacidad
- Trabajo
- Autoestima
- Tiempo
Comencemos por marcarles los pequeños triunfos y alentarlos para que obtengan otros más grandes.
nota relacionada: http://escuelapadrestuc.blogspot.com/2009/10/el-exito-depende-de-la-disciplina.html
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