Llegaron las tan ansiadas vacaciones y , probablemente, la mayoría de los padres de hijos adolescentes sienten la "carga" de las materias que aún adeudan sus hijos. Para algunos todavía existe la incertidumbre de si pasarán o no de curso y esto genera un malestar y una ansiedad que se transforma, quizás, en mal humor. Versa el refrán "lo pasado, pisado" y es momento de aplicarlo; no podemos volver atrás por lo tanto no vale la pena echar culpas ni mortificar a su hijo/a, sí es conveniente que juntos analicen los motivos por los cuáles se llegó a esta situación y planifiquen cómo remediarla. Es necesario un tiempo de descanso y establecer una fecha para comenzar a estudiar. Recuerde que no se puede obligar a nadie a estudiar, es un acto voluntario. Sí podemos incentivarlos para que estudien, para eso debemos apelar a nuestra inteligencia emocional para controlar la ira y actuar desde el amor. Otra cosa a tener en cuenta es que no debemos "pagarle" extra para que estudien, ésa es su obligación, el premio al esfuerzo será pasar de curso. Si le promete como premio algo de valor no estará inculcando en su hijo el valor al estudio sino el disvalor del materialismo.
Les dejo una hermosa frase que me llegó hace tiempo:"ámame cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesito"
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