La vida es una elección. Puedes creer,
ingenuamente, que el destino te gobierna, que la vida se ensaña contigo, que la
suerte no está de tu lado y que naciste para sufrir, pero, en definitiva, sólo
son excusas que te pones para no tomar el timón y campear el temporal.
Es cierto que las circunstancias adversas de la
infancia determinan el carácter de una persona. Niños que quedaron huérfanos,
que sufrieron abandono afectivo de sus padres, que fueron víctimas de abusos de
diversa índole, etc. fueron marcados de por vida por estas situaciones las
cuales dejaron una huella síquica indeleble. Y, probablemente, ese sufrimiento
los llevó a muchos por caminos desviados como el alcohol, la delincuencia o la
droga.
Sin embargo, hay muchísimos jóvenes, futuros
hombres y mujeres de bien, que, a pesar de esas mismas experiencias negativas,
o de peores, no se sintieron víctimas de la vida y se asumieron capaces de
revertir su destino.
Conozco gente cercana que supo transformar su
miseria humana en verdaderos tesoros. A ellos vaya toda mi admiración y mi
respeto.
Tomo la frase de Eladia Blázquez no es
lo mismo vivir que honrar la vida.
Cuando comenzaste a drogarte posiblemente te
sentías incomprendido, vacío y solo. No dudo que te hayan pasado muchas cosas
desagradables de las que nunca hablaste.
Tus padres habrán cometido muchos errores,
muchísimos quizás, de hecho son, simplemente, seres humanos.
Pero ahora ya eres grande y puedes y debes decidir
por ti mismo.
Sólo el amor nos permite escapar y transformar la
esclavitud en libertad.
Y el amor más grande que hay que cultivar es el
amor a uno mismo.
¡Tú no te amas, te tienes lástima!
Yo te invito a que te pares frente a un espejo y
te observes. Si puedes hacerlo es porque tienes varios dones maravillosos: un
par de piernas que te sostienen, unos ojos con luz para mirar. ¿Te pusiste a
pensar en tantos chicos como tú que no pueden caminar? ¿ Y en los que son
ciegos y no tienen la dicha de poder contemplarse?
¡Mírate! ¡Tienes tanto! Brazos y piernas que
responden a tu voluntad.
¿Qué estás abrazando, la vida o la muerte?
¿A dónde diriges tus pasos, a un futuro lleno de
esperanzas o a una infra-vida de completa carencia y soledad?
Hoy tu destino está en tus manos. De nadie más que
de ti depende tu salvación o perdición.
Si tienes miedo ¡EXCELENTE! Es una buena señal de
que aún estás vivo. Toma las riendas de tu recuperación con valentía. Pide
ayuda, llora, permítete angustiarte. Comprobarás que a tu alrededor hay
personas que te aman verdaderamente y te tienden su mano solidaria.
No renuncies a vivir. Adopta un proyecto de vida y
hazlo realidad.
Te dejo una frase que alguna vez leí y me impactó:
Si necesitas una mano
La encontrarás al final de tu manga.
Mucha suerte amigo, no estás solo.
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